PARA VERTE MEJOR: Mi vecino Totoro


   Siguiendo con nuestra serie sobre las películas de Hayao Miyazaki, hoy les traigo Mi vecino Totoro. Probablemente una de sus películas más reconocibles (con todo el merchandaizing dando vueltas), se estrenó en 1988 y tuvo un gran éxito, primero en Japón y luego en el resto del mundo. Cuenta la historia de Satsuki y su hermanita Mei, que se mudan al campo con su papá en 1958 mientras su mamá se recupera de una enfermedad en el hospital. En la vieja casa y en los bosques que la rodean aparecen seres extraños, entre ellos Totoro y sus amigos. 
     Como siempre que se trata de Studio Ghibli, la cinematografía es impecable, bella. La trama es simple, sin embargo llena de posibilidades interpretativas: una fantasía infantil de dos niñas pasando un momento difícil, en medio del aislamiento del campo; un encuentro con animales y criaturas extrañas; hechos puramente supernaturales; todo es posible con Miyazaki. Tampoco hay una clara enseñanza, ni claros temas a nivel conceptual, lo que deja bastante abierto al espectador experimentar libremente la película. Más que nada se siente una nostalgia que recorre el film por un japón que no existe más, por la niñez, por inocente relación con la naturaleza, ¿quién puede decir a ciencia cierta?
     Personalmente, al principio no me podía conectar con la trama que no parecía avanzar hacia ningún lugar específico. No veía un conflicto claro, ni cuál era el rol de los personajes secundarios, o de las mismas criaturas que encuentran. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos me di cuenta de la genialidad del concepto, y me permití simplemente disfrutar.
     Espero que la disfruten ustedes también. 

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